Las relaciones entre las empresas informativas, los periodistas y sus diversos destinatarios, que comprenden audiencias, fuentes, competidores, publicitarios y gobiernos, deben ser redefinidas.
Los servicios informativos en línea pueden seguir dando servicio a comunidades locales, pero las que desean viabilidad financiera al final acaban reorganizándose para atender a comunidades de intereses mucho más grandes y diversificadas geográficamente, que pueden incluir a la ciudadanía local, pero también a mucha gente que viva lejos de los límites locales o incluso nacionales. Es un cambio que comporta profundas repercusiones no sólo para el comercio y la cultura, sino también para la democracia, que en países como EEUU siempre ha estado basada en fronteras geográficas, con un sistema mediático, una de cuyas responsabilidades principales es la creación de un electorado bien informado
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